viernes, 24 de julio de 2009

Hostia!

Para la Real Academia Española hostia en su 3ª acepción de "golpe, bofetada" tiene el mismo origen que la 1ª acepción "hoja redonda y delgada de pan ácimo, que se consagra en la misa y con la que se comulga", el latín hostia, "víctima de un sacrificio".

De hecho, casi todos los hablantes de español evitan en muchos contextos el empleo del término en su 3ª acepción conscientes de que están cometiendo una especie de blasfemia al utilizar el nombre de Dios en vano, o algo semejante. La RAE incluso se pronuncia y nos dice que es vulgar y malsonante.

¿Cómo el Cuerpo de Cristo ha podido degenerar para expresar la idea de "golpe, bofetada"? A poco que indaguemos veremos que no ha sido así puesto que la hostia que nos ocupa, esa que aparece en "mala hostia" o "se dieron una hostia", también tiene su correspondiente verbo, fostiar (gallego) y hostiar (castellano), y en concreto esa f- inicial del gallego no puede provenir de la h- inicial del étimo latino
hostia.

Poco más nos queda que aclarar su origen para separar definitivamente ambas acepciones, que no tendrían que aparecer juntas en ningún diccionario. Hostia, "golpe, bofetada", hostiar y fostiar, provienen del antiguo romance fostigar, "apalear, golpear, castigar".

No tiene ningún misterio que por ejemplo la norma del Fuero de Zorita de los Canes (s. XIII) "
toda aquella muger que su fijo echare en algun lugar, deue seer fostigada" se continúe en los actuales "fostiada" u "hostiada", que han perdido la sonora intervocálica -g-.

Hostia, fostiar y hostiar son de la misma familia que fustigar y hostigar.